16/11/10

Iconografía Copta


Representación de la Virgen María (Theotokos). The Coptic Network Collection

(Viene del Art.: Iconos (Iconografía) (Libros y Bibliotecas)

La iconografía ortodoxa se basa en ciertos cánones. Veamos:

Ojos grandes: simbolizan el “ojo espiritual”, que mira más allá del mundo material. Al respecto la Biblia dice “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz” (Mateo, 6:22).

Orejas grandes: escuchan la palabra de Dios; “Si alguno tiene oídos para oír, oiga” (Marcos, 4:23).

Labios pequeños: para glorificar y rogarle a Dios, “… mi boca te alabará con labios de júbilo” (Salmos, 63:5).

En una figura, los ojos y las orejas son desproporcionadamente grandes porque una persona espiritual pasa muchísimo más tiempo escuchando la palabra de Dios y buscando hacer la voluntad de Dios.

La boca: como a menudo es fuente de palabras vacías o dañinas, es pequeña.

La nariz, que se ve sensual, también es pequeña.

Además, cuando en un icono se representa algún personaje maligno, siempre está de perfil, porque no es deseable hacer contacto visual con una persona así, y mucho menos detenerse a meditar sobre ella.

Las figuras en los iconos coptos a menudo tienen cabezas grandes, lo cual quiere decir que estos individuos se dedican a la contemplación y la oración.

Los artistas de iconos entendieron profundamente el significado y los beneficios de los iconos en la vida espiritual de los creyentes.

Es interesente señalar que la mayoría de los artistas coptos, en cuanto a los íconos, no firmaron con sus nombres. No estaban buscando su glorificación o la fama, incluso los pocos que sí firmaron con sus nombres lo hicieron en forma de plegaria, del estilo “Recuerda, Oh Señor, a tu siervo (nombre)”.

Algunos iconos representan a Santos que sufrieron y fueron torturados por su fe con rostros pacíficos y sonrientes, demostrando así que su paz interior no había sido perturbada, ni siquiera por el sufrimiento que soportaron, y que sufrieron de buena voluntad y con regocijo por el Señor.

Aunque el estilo artístico de la iconografía varía un poco de una cultura a otra, todos los iconos ortodoxos tienen el mismo sentido, uso y simbolismo. Esto incluye a todas las Iglesias Ortodoxas Orientales, es decir, la Griega, la Rusa, la Serbia, la Búlgara, y también la Copta, la Armenia, la Siria, la Etíope, etc.

En la iconografía copta, han sobresalido algunos nombres. En orden cronológico, están:

1. San Lucas el Evangelista, talentoso artista, a quien se le atribuye la pintura del primer icono.

2. Papa Macario I, el Patricarca No.59 (931-950).

3. Abu Yuso ibn Yalg, del siglo XII.

4. Papa Gabriel III, el Patriarca No.77 (1261-1263).

5. Juan el-Nassikh, Baghdady Abu el-Saad, y Juan el Armenio, de los siglos XVII y

XVIII.

6. Anastasio el Griego, del siglo XIX.

Actualmente, el arte de la iconografía copta está en pleno renacimiento, gracias a talentosos artistas, tanto profesionales como aficionados. El Dr. Ishaq Fanous, profesor de Arte Copto en el Instituto Copto de Altos Estudios Coptos, en El Cairo, se ha destacado en obras en varias iglesias en Egipto y en el exterior.

Véase además:

Si lo desean, hay una excelente galería de imágenes en: Coptic Art Studio (se los recomiendo)

Galería de Imágenes en: The Coptic Network / Picture Archive


Fuente Consultada:
 
Icons: Their history and Spiritual Significance / By Dr. Zakaria Wahba.--  Adapted for Copt-Net from "The Orchard" monthly review , Published by St. Mark Coptic Orthodox Church, Washington DC, USA., January 1993. En:  Encyclopedia Coptica. The Christian Orthodox Church of Egypt




Manuscritos Coptos (2)


7. Dialectos

Los manuscritos coptos han llegado hasta nosotros escritos en varios dialectos y subdialectos. Los más numerosos están en sahídico y bohaírico. Los que están en sahídico abarcan desde el siglo III hasta el siglo XV. Cubren una gran variedad de temas, como por ejemplo la Biblia, la hagiografía, la patrística, monástica, etc. Muchos de los manuscritos se conservan fuera de Egipto, en un estado más o menos desmembrado.

Los escritos en bohaírico son más numerosos pero de fechas posteriores. El más antiguo es del siglo IX, aunque también se encuentran algunos ejemplares raros del siglo IV. La tradición de manuscritos en este dialecto continuó hasta principios del siglo XX. La mayoría de estos manuscritos corresponden a textos bíblicos o litúrgicos, pero también existe una biblioteca hagiográfica y patrística, de considerable tamaño, que perteneció al monasterio de San Macario y que ahora se encuentra en el Vaticano.


A pesar de que muchos están fuera de Egipto, también hay otros varios que se conservan en las principales colecciones de Manuscritos Coptos dentro del país. En su mayoría están intactos.

Otros importantes dialectos preservados en textos son: el ajmímico, el asyútico, el egipcio medio (meso-kémico), y el fayúmico.

8. Datación

Las fechas de los manuscritos no siempre están registradas en sus hojas. Y cuando lo están, aparecen en una variedad de formatos.

En los primeros manuscritos se utilizaban los años de indicción (un ciclo de quince años) y una referencia al emperador romano de la época. Más tarde, se introdujo la cronología del Año Copto o el año de los Mártires, que se refiere al año 284.

En los manuscritos medievales incluso se agregaba una referencia al Calendario Islámico, a veces alusivo al año de los Hijos de Agar. Las fechas van desde el siglo III hasta principios del siglo XX.

9. Temas

En los manuscritos conservados se incluyen varios temas. Los más importantes son:

a. Literatura

1) Bíblica: el Nuevo Testamento se conserva completo en bohaírico y en sahídico, con algunos libros y fragmentos en otros dialectos. La mayoría de los libros históricos y algunos de los literarios del Antiguo Testamento estaban en bohaírico, pero han desaparecido. Sin embargo, muchos de ellos están en sahídico. Los otros dialectos conservan porciones paralelas, pero alcanzan a cubrir el bache que queda.
2) Patrística: Los escritos de muchos Padres de la Iglesia Copta, o quienes eran muy leídos en la Iglesia Copta, están en sahídico y en bohaírico. Las Bibliotecas del Monasterio Blanco de San Shenouda (conservadas en varios lugares), de San Macario (bohaírico), de San Miguel de Hamouli (Nueva York), y de San Miguel de Edfu (Londres), contienen la mayoría de estos tesoros. Los más en número, y los peores en forma, son los corpus de escritos de San Shenouda el Archimandrita. Varios Escritos son preservados también por San Athanasius, Cirilo I, Cirilo de Jerusalén, Juan Crisóstomo, Pacomio y sus discípulos, Besa, y otros. En su mayoría están escritos en sahídico.


 3) Hagiográfica: Una variedad de martirologios y vidas de los santos y padres monásticos se conserva en lengua copta. Las obras de la era de los Mártires y de Dioclesiano, San Antonio, San Pacomio, San Shenouda, y San Macario, son las más notables de este grupo. Están bien documentados también manuscritos en bohaírico y sahídico.

4) Litúrgica: la mayoría de los manuscritos litúrgicos están en bohaírico, con algunos en sahídico. Estos incluyen: eucologios, horologios, leccionarios, salmodias, Ordinarios y Oficios. Es el grupo mejor conservado (en número).



5) Canónica: Algunos cánones de los Padres, así como también los Concilios, están en sahídico, pero no hay un conjunto completo.


6) Histórica: Esta es la clase menos representada entre los manuscritos literarios. Solamente se han identificado unos pocos manuscritos referentes a la Historia de la Iglesia , y están en sahídico.


b. No literarios: la mayoría está en sahídico.

1) Documentos legales: Contratos, testamentos, escrituras de propiedad, etc.



2) Cartas: Correspondencia privada entre gente del pueblo, o también entre clérigos de las iglesias o de los monasterios.


c. Varios:

1) Lexicográficos: están escritos en dos categorías: “Muqademat” (gramática) y “Salalem” o “scalae” (listas de vocabulario). Algunos están en sahídico, pero la mayoría están en bohaírico y árabe.


2) Gnósticos y maniqueos: se convirtieron en los más importantes para el estudio entre los eruditos, debido al descubrimiento de los textos de Nag Hammadi, textos sahídicos, y los textos maniqueos en dialecto asyútico. Cientos de estudiosos participaron en su estudio, durante el último cuarto del siglo pasado. Los textos maniqueos se consideran uno de los mejores escritos en lengua copta.

3) Astronómicos y Astrológicos: hay pocos.

4) Médicos: hay pocos.

5) Mágicos: hay varios textos mágicos de estilo cristiano conservados en lengua copta. Son muy importantes en el estudio de las creencias populares que existían entre los coptos en diferentes momentos de su historia.-


Véase además: Manuscritos Coptos (1)








































































































12/11/10

Manuscritos Coptos (1)





El término “copto” se aplica a los cristianos en Egipto. La Iglesia Copta fue fundada en Egipto en el siglo I de nuestra Era. Se basa en las enseñanzas de San Marcos, quien llevó el cristianismo a Egipto en la época del emperador Nerón. Junto al resto de las antiguas iglesias orientales se separó de la Iglesia de Roma en el Concilio de Calcedonia, del año 451, pero en este punto vamos a hacer una pausa. Es un tema que en el próximo artículo voy a desarrollar con mayor exactitud.

Hoy quiero centrarme en los manuscritos coptos.

Muchos de estos tesoros culturales ya no están en Egipto. De ellos, varios cayeron víctimas de incendios, de guerras mundiales, y del olvido de coleccionistas privados. Lo que quedó en Egipto no tuvo mejor suerte: en gran parte debido a la ignorancia de los que se enriquecieron a costa del tráfico de estas maravillosas obras de arte.

La Sociedad Copta San Shenouda El Archimandrita durante mucho tiempo reconoció el valor de estos tesoros. De modo que se embarcó en la ardua empresa de microfilmar todos los manuscritos coptos. El propósito de la colección es preservar y estudiar estos tesoros. Hasta ahora se obtuvieron unos 200.000 microfilmes de manuscritos coptos, copto-arábigos, y arabo-cristianos. Esto equivale a aproximadamente 300.000 páginas. En la actualidad la colección está siendo utilizada para la compilación de la Biblia Copta, produciendo ediciones de textos críticos de libros litúrgicos, y proyectos de traducción. La colección está disponible en el Centro de Estudios Coptos de la Sociedad, en Los Ángeles, y algunas copias están disponibles en el Centro Regional del Condado de Orange.


1. Forma


Los manuscritos nos han llegado de dos formas:


Códice: es el formato de libro, donde las páginas están combinadas formando cuadernillos (o manos), y a su vez estos cuadernillos están pegados para formar así un libro. Este formato posiblemente fue inventado por los primeros cristianos para distinguir sus escritos de los de los judíos (que preferían el formato rollo). Tanto los cristianos como los judíos, en los primeros siglos, escribían sus obras en griego.



Rollo: este formato era raro entre los cristianos en general (y entre los cristianos egipcios en particular). Pero no obstante sobrevivieron algunos rollos pequeños, con materiales coptos. Se trata de registros que pueden leerse de forma horizontal o vertical a lo largo de una hoja enrollada. Estos rollos en general contenían textos mágicos.



2. Materiales de escritura



Los coptos utilizaron una gran variedad de materiales para registrar sus escritos. La elección dependía de la disponibilidad. Los materiales que han sobrevivido al paso del tiempo son:
Papiro: como es de invención egipcia, tomó el mundo antiguo como un vendaval. Se convirtió en el material elegido por los escribas del pasado. Siguió en uso, a veces, hasta el siglo X. Este material proviene de la corteza de la planta llamada “Papyrus”: se cortaba en tiras, estas tiras se disponían de forma horizontal y vertical (entrelazadas), y se prensaban. Luego se unían estas hojas “entrelazadas”, y se formaba un rollo. Y finalmente el rollo se cortaba en hojas para facilitar su uso en un formato de códice. Es decir, este formato tiene la característica especial de que cada hoja tiene láminas verticales en el anverso y láminas horizontales en el reverso.



Pergamino: la piel de gacela se usó durante mucho tiempo para escribir manuscritos. Si embargo, no ganó popularidad sino hasta el ocaso del papiro. Esto ocurrió alrededor de los siglos VIII-IX. Se fabricaba preparando la piel en láminas muy finitas, se salaban y se secaban hasta que estuvieran en condiciones aptas para la escritura. Este formato se caracterizaba por tener una superficie lisa, el lado de la carne, y otra rugosa, el lado del pelo. Este tipo de material escriptóreo continuó en uso hasta principios del siglo XIII.

Papel oriental: en el siglo XIII, el mundo de la escritura se vio enriquecido con la aparición del papel de lino en Medio Oriente. La manufactura de este papel floreció principalmente en Egipto. Debido a que la producción era mucho más barata, reemplazó rápidamente al pergamino como material para la escritura, pero no por mucho tiempo.

Papel europeo: en el siglo XIV. Los molinos italianos comenzaron a producir un papel similar pero más económico. Se caracterizaba por la introducción de marcas de agua para distinguir las producciones de los diferentes fabricantes. Finalmente reemplazó al papel de lino oriental, que aparentemente cayó víctima del colapso de las dinastías árabes musulmanas en Medio Oriente aproximadamente en los siglos XIV-XV.

Tabletas de piedra caliza: muchos escritos, literarios y no literarios, se registraron con tinta sobre tabletas de piedra caliza. Muchas de estas tabletas se han descubierto en excavaciones de diferentes sitios monásticos antiguos en Egipto.

Tablas de madera: algunos escritos se han conservado en pequeñas tablitas de madera. Esta práctica era relativamente rara en Egipto, pero igual constituía una de las formas más antigua de escritura.

Trozos de cerámica. Un material mucho más común y económico eran los fragmentos de cerámica, que se utilizaban para registrar breves textos literarios, o extractos, y para cuestiones no literarias, como cartas y textos legales. Miles de estas piezas, referidas comúnmente como ostracas, se conservan en museos y bibliotecas de Europa y Estados Unidos.

Huesos: en los primeros siglos de la cristiandad copta en ocasiones se utilizaron huesos de animales para escribir. Los textos conservados en este caso son, usualmente, de menor importancia que los registrados en materiales escriptorios ya mencionados.

3. Materiales para la escritura

Los coptos utilizaban el material disponible en su ambiente, para crear tinta en una variedad de colores para usar en el registro de sus manuscritos. Los monjes eran especialmente conocidos por su habilidad en tales prácticas. Algunas de estas herramientas de escritura de producción local eran:


Tinta: la tinta utilizada en los manuscritos era preparada químicamente a partir de materiales especiales a los que se le agregaba goma arábiga para darle cohesión. Evidencias de esta práctica se encuentran en una historia acerca del Monasterio de San Macario en el Desierto Nitriano durante el siglo XII. Allí se dice que las autoridades confiscaron tales materiales específicos usados para la escritura por parte de los monjes, en base al testimonio difamador de un monje expulsado.

Plumas: sobre todo se usaban cañas de madera. Se conservan varios ejemplos en el Museo Copto del Antiguo Cairo. También se han encontrado algunas plumas hechas de plata.

Estuches: se han encontrado varios estuches para guardar los instrumentos de escritura. Algunos están hechos de madera, pero más comúnmente de cuero. Datan de hasta el siglo IV a.C., y todavía se conservan en museos.

Tinteros: Los copistas empleaban pequeños recipientes para las diferentes tintas que se usaban en la producción de manuscritos. Se han encontrado varios ejemplos de estos “tinteros” en excavaciones en antiguos monasterios del Alto Egipto, con visibles restos de tinta en su interior.

4. Encuadernación

Para conservar intactos a los manuscritos, los coptos realizaban una encuadernación en cuero. Esta práctica dio lugar a un floreciente arte que llegó a alcanzar altísimos niveles. A estas encuadernaciones se las estampaba, con sellos especiales, para proporcionarles diseños elocuentes: por ejemplo, cruces, figuras de los apóstoles, o de los santos. La Pierpont Morgan Library, en Nueva York, conserva una notable colección de encuadernaciones coptas como parte de su colección mayor del antiguo monasterio de San Miguel en El Fayoum.


5. Formato

El formato de los manuscritos coptos nos da un indicio de la fecha y el propósito de tales documentos. Tiene varias características distintivas, únicas. Estos son sólo algunos ejemplos:


Rúbricas: La palabra procede del latín “rubrica”, que significa “rojo”. Con respecto a los manuscritos, se refiere a los encabezados o títulos que, por lo general, se escribían en un color rojo distintivo. En los manuscritos coptos, se escribían en caracteres grandes (letra capital).

Colores: Los coptos usaban una amplia variedad de colores en sus manuscritos. El rojo se reservaba para las rúbricas, y el negro para el material textual en general. Otros hermosos colores, como el amarillo, el azul, el verde, el dorado, y la plata, se utilizaban principalmente para los ornamentos con que decoraban sus manuscritos.

Columnas: Los manuscritos coptos están escritos en una o en dos columnas (cuando están redactados completamente en lengua copta). El formato de una sola columna era el más antiguo. A partir del siglo VII se empezó a escribir en dos columnas, especialmente los textos de uso litúrgico. Naturalmente, en el caso de escritos bilingües (copto-griego) se escribía en dos columnas.

Presentación bilingüe: Históricamente, los manuscritos de los cristianos de Egipto se escribían primero en griego, luego en copto y finalmente en árabe. Para la mayoría de las funciones litúrgicas, los manuscritos se producían utilizando combinaciones de cualquiera de los textos no-coptos con el texto copto. En otras palabras: se producían en copto-griego o en copto-árabe. El copto-griego fue, definitivamente, el más antiguo de los dos. Algunos manuscritos han sobrevivido con la columna copta escrita en caracteres árabes, una mala costumbre que todavía en la actualidad sigue vigente en muchas de las ediciones de libros litúrgicos de la Iglesia Copta.


Cabe señalar que los manuscritos bilingües coptos-árabes no se utilizaban en los servicios eucarísticos. Esto se ve claramente en la existencia de manuscritos solamente coptos (o solamente árabes) de los diferentes leccionarios de la Iglesia Copta: el hecho es que cada versión se lee desde un atril diferente.

Tamaño. El tamaño es una característica muy importante de estos manuscritos. Normalmente un manuscrito de tamaño reducido era producido con fines de uso individual, ya fuera privado o eclesiástico. El formato más grande era típicamente producido para su uso litúrgico, como libro de lectura, y se colocaba en los atriles.

Paginación. Los coptos utilizaban varios métodos de paginación, y este dato es muy importante para los investigadores que intentan rearmar piezas originales a partir de fragmentos o folios sueltos.

Habitualmente empleaban dos conjuntos de números, uno para el folio y otro para el cuadernillo (o mano). El número del folio se colocaba en la esquina superior externa del lado izquierdo del folio (reverso de la hoja). El número del cuadernillo tradicionalmente está en la página inicial derecha (lado derecho de la página) y en la página izquierda del último folio. Usualmente el número está escrito en las dos esquinas superiores de la página, con un pequeño ornamento en el centro superior.


Rulado. Para una mejor calidad de trabajo, antes de comenzar a escribir se utilizaba un patrón de rulado, que se basaba en un sistema con el que los escribas estaban familiarizados.

Colofón. Al final del manuscrito, el escriba anotaba una pequeña sección a modo de conclusión. En los manuscritos más antiguos para esta sección el escriba podía utilizar una letra diferente, cursiva. Sin embargo, en los manuscritos más “modernos” esta práctica se abandonó a favor de una letra similar a la del resto del manuscrito. En este colofón el escriba por lo general coloca una pequeña oración, pero también otro tipo de información, como su nombre, profesión, lugar de escritura, propiedad, y fecha de terminación. Muchas veces la información contenida en el colofón es tanto o más importante que todo el resto del manuscrito completo.

6. Iluminación

Los coptos decoraban sus manuscritos con una cantidad de diseños e imágenes grabadas en varios colores preciosos. Los manuscritos diseñados para uso eclesiástico parecen tener más decorados. Algunas de las principales características de la decoración copta de manuscritos son las siguientes:

Marcas de párrafo: los coptos utilizaban diseños decorativos para la letra inicial de un párrafo, combinando imágenes con hábiles diseños. Además se agregaban simples marcas intermedias y finales (por ejemplo, antilambda o diple).
Decoraciones: a lo largo de una página manuscrita se encuentran dibujos o diseños geométricos en los márgenes, tanto al comienzo como al final de secciones. También hay hermosos monogramas al principio y al final de cada cuadernillo.

Cruces: la mayoría de los manuscritos litúrgicos están ornamentados con una página inicial plena, con una cruz de bellísimo diseño. A veces se agregan miniaturas o pájaros en los cuadrantes de la cruz.

Miniaturas: una de las características más hermosas de un manuscrito es una pintura iconográfica a página completa o parcial. Los temas representados por las miniaturas van desde escenas del Antiguo y el Nuevo Testamento, en sus respectivos manuscritos bíblicos, hasta representaciones hagiográficas en manuscritos litúrgicos y literarios. El más iluminado de todos los manuscritos coptos es el Paris FourGospels Bohairic B.N. Copte 13.


véase además: Manuscritos Coptos (2)


Fuente Consultada:

21/3/10

Iglesia Copta

La palabra “copto” procede del griego “Aigyptos”, que, a su vez, deriva de “Hikaptah”, uno de los nombres de Menfis, la primera capital del antiguo Egipto. El uso moderno del término “copto” describe a los egipcios cristianos, pero también a la última etapa de la antigua lengua escrita egipcia. Además describe al arte y la arquitectura, con características distintivas, que se desarrollaron como una temprana expresión de una nueva fe.





La Iglesia Copta se basa en las enseñanzas de San Marcos, quien trajo el Cristianismo a Egipto durante el reinado del emperador romano Nerón, en el siglo I, varios años después de la Ascensión del Señor. San Marcos era uno de los cuatro evangelistas, y el único que escribió el más antiguo de los evangelios canónicos. El Cristianismo se difundió a lo largo de todo Egipto en el lapso de los apenas cincuenta años de la llegada de San Marcos a Alejandría, como se ve claramente en los escritos del Nuevo Testamento hallados en Bahnasa, en el Egipto Medio, que datan de alrededor del año 200, y un fragmento del Evangelio de San Juan, escrito utilizando la lengua copta, que se encontró en el Alto Egipto y que data de la primera mitad del siglo II.


La Iglesia Copta, que ya tiene más de diecinueve siglos de edad, fue objeto de varias profecías en el Antiguo Testamento. Isaías, el profeta, en el Cap. 19, versículo 19, dice: “Aquel día habrá un altar para el Señor en medio del país de Egipto, y un pilar para el Señor, junto a la frontera”.

Si bien se hallan plenamente integrados en el corpus de la moderna nación egipcia, los coptos han sobrevivido como una fuerte entidad religiosa que se enorgullece de sus contribuciones al mundo cristiano. La Iglesia Copta se considera a sí misma una fuerte defensora de la fe cristiana. El Credo de Nicea, que se recita en todas las iglesias en el mundo entero, fue escrito por uno de sus hijos dilectos, San Atanasio, Papa de Alejandría durante 46 años, entre el 327 y el 373.

Este estatus es bien merecido, porque, después de todo, Egipto fue el refugio elegido por la Sagrada Familia en su huida de Judea: “Y él despertando, tomó al niño y á su madre de noche, y se fue a Egipto; Y estuvo allá hasta la muerte de Herodes: para que se cumpliese lo que fué dicho por el Señor, por el profeta que dijo: De Egipto llamé á mi Hijo” (Mateo 2: 14-15).


Las contribuciones de la Iglesia Copta a la Cristiandad son muchas. Desde el principio, desempeñó un rol importantísimo en la teología cristiana, especialmente protegiéndola de las herejías gnósticas. La Iglesia Copta elaboró miles de textos, estudios bíblicos y teológicos que constituyen una fuente de alto valor para la arqueología. La Biblia fue traducida a la lengua copta en el siglo II. Cientos de escribas solían escribir copias de la Biblia y de otros libros litúrgicos y teológicos. Actualmente, bibliotecas, museos y universidades en todo el mundo poseen cientos de miles de manuscritos coptos.


La Escuela Catequética de Alejandría es la más antigua del mundo (en cuanto a escuelas de catecismo). Poco después de su inicio aproximadamente en el año 190, por parte de Pantanaeus (un erudito), la escuela de Alejandría se convirtió en la institución de aprendizaje religioso más importante del mundo cristiano. Varios eminentes obispos, provenientes de distintas partes del mundo, se educaron en esta escuela, bajo la influencia de eruditos tales como Atenágoras, Clemente, Dídimo, y el gran Orígenes (considerado el padre de la Teología, también era muy activo en el campo de los comentarios y los estudios bíblicos comparativos). Orígenes escribió más de seis mil comentarios sobre la Biblia, además de su famosa Hexapla.


Otros varios eruditos, como por ejemplo San Jerónimo, visitaban la escuela de Alejandría para intercambiar ideas, o comunicarse directamente con los demás estudiosos. El alcance de la Escuela de Alejandría no se limitaba a los temas teológicos, porque allí también se enseñaban ciencias, matemáticas y humanidades: allí tuvo sus inicios el método del comentario en base a preguntas y respuestas, y, quince siglos antes de Braille, estudiosos ciegos utilizaban técnicas de tallado de la madera para leer y escribir. El colegio Teológico de la Escuela Catequética de Alejandría fue reestablecido en 1893. Hoy en día, tiene campus en Alejandría, El Cairo, New Jersey y Los Angeles, donde aspirantes a sacerdotes y otros calificados hombres y mujeres se instruyen en, por ejemplo, teología cristiana, historia, lengua y arte coptos (incluyendo canto, música, iconografía, tapicería, etc.).

El monaquismo nació en Egipto, y fue instrumental en la formación del carácter de sumisión y humildad de la Iglesia Copta, gracias a las enseñanzas y los escritos de los “Grandes Padres de los Desiertos de Egipto”. El monaquismo se inició en los últimos años del siglo III y floreció en el siglo IV. San Antonio, el primer monje cristiano del mundo, era un copto del Alto Egipto. San Pacomio, quien estableció las reglas del monaquismo, también era copto. Y San Pablo, el primer anacoreta del mundo, era, por supuesto, copto. Otros famosos padres coptos del desierto incluyen a San Macario, San Moisés el Negro, y San Menas el maravilloso. Los padres del desierto más contemporáneos incluyen al Papa Cirilo VI y su discípulo, el Obispo Mina Abba Mina.

Ya para fines del siglo IV, había cientos de monasterios y miles de celdas y cuevas diseminadas por todas las colinas egipcias. Muchos de estos monasterios todavía están en pleno florecimiento y tienen nuevas vocaciones, incluso hoy en día. Todo el monaquismo cristiano proviene, directa o indirectamente, del ejemplo egipcio: San Basilio, organizador del movimiento monástico en Asia Menor, visitó Egipto aproximadamente en el 357, y su regla es seguida por las Iglesias Orientales; San Jerónimo, que tradujo la Biblia al Latín, llegó a Egipto alrededor el año 400, y dejó detalles de sus experiencias en sus cartas; San Benito fundó monasterios en el siglo VI basándose en el modelo de San Pacomio, pero en una forma más estricta. E innumerables peregrinos visitaron a los “Padres del Desierto” y emularon sus vidas espirituales, disciplinadas. Incluso hay evidencais de que los coptos enviaron misioneros al Norte de Europa. Un ejemplo de ello es San Moritz, de la Legión Tebana, quien fue reclutado en Egipto para servir bajo la bandera romana pero terminó enseñando el Cristianismo a los habitantes de los Alpes Suizos, donde una pequeña ciudad, y un monasterio que contiene sus reliquias (junto con algunos de sus libros y otras pertenencias personales), reciben su nombre (Saint Moritz). Otro santo de la Legión Tebana es San Víctor, conocido entre los coptos como “Boktor”.


Bajo la autoridad del Emperador Romano Oriental de Constantinopla (opuesto al imperio occidental de Roma), los Patriarcas y Papas de Alejandría desempeñaron roles destacados en la Teología cristiana. Han sido invitados en distintas partes del mundo para hablar acerca de la fe cristiana. San Cirilo, Papa de Alejandría, encabezó el Concilio Ecuménico que se llevó a cabo en Éfeso (año 430). Se decía que los obispos de la Iglesia de Alejandría no hacían nada pero se pasaban el tiempo en reuniones.


Sin embargo, este papel destacado fue distinto cuando la política empezó a entremezclarse con los asuntos de la Iglesia. Todo comenzó cuando el emperador Marcianus interfirió con las cuestiones de fe en la Iglesia. La respuesta de San Dióscoro (el Papa de Alejandría, que más tarde fue exiliado) ante esta intromisión fue bastante clara: “Usted no tiene nada que ver con la Iglesia”. Estos motivos políticos se hicieron aún más evidentes en el Concilio de Calcedonia (año 451), cuando la Iglesia Copta fue injustamente acusada de seguir las enseñanzas de Eutiques, quien creía en el monofisimo. Esta doctrina sostiene que Cristo tiene una sola naturaleza, la divina, y no dos naturalezas (una humana y una divina).


La Iglesia Copta nunca ha creído en el monofisismo, de la forma en que se presentó en el Concilio de Calcedonia. En dicho Concilio, el monofisismo implicaba la creencia en una sola naturaleza. Los coptos creen que el Señor es perfecto en Su divinidad, y es perfecto en Su humanidad, pero Su divinidad y Su humanidad se unieron en una sola naturaleza llamada “la naturaleza del verbo encarnado”, que fue reiterado por San Cirilo de Alejandría. Entonces, los coptos creen en dos naturalezas, una “humana” y otra “divina”, que están unidas en una sola “sin mezcla, sin confusión, y sin alteración” (tomado de la declaración de fe al final de la liturgia divina Copta). Estas dos naturalezas “no se separaron ni por un instante, ni en un abrir y cerrar de ojos” (también de la misma declaración de fe).

La Iglesia Copta fue malinterpretada en el Concilio de Calcedoni (siglo V). Tal vez el Concilio entendió correctamente, pero en realidad quería exiliar a esta Iglesia, aislarla, y abolir al Papa egipcio, independiente, quien sostenía que la Iglesia y el Estado tenían que estar separados.


A pesar de todo, la Iglesia Copta siguió firme e inquebrantable en su fe. Ya hubiera sido una conspiración de las Iglesias Occidentales para expulsar a la Iglesia Copta como un castigo por su negativa a la influencia política, o bien si el Papa Dióscoro no se esforzó lo suficiente como para demostrar que los coptos no eran monofisitas, la Iglesia Copta siempre sintió un mandato de reconciliar las diferencias “semánticas” entre todas las Iglesias Cristianas.


Esto queda perfectamente expresado en las palabras del actual sucesor (no. 117) de San Marcos, el Papa Shenouda III: “Para la Iglesia Copta, la fe es lo más importante de todo, y tienen que saber que la semántica y la terminología, para nosotros, tienen muy poca importancia”.

A lo largo de este siglo (XX) la Iglesia Copta ha desempeñado un rol muy importante en el movimiento ecuménico. La Iglesia Copta es uno de los fundadores del Consejo Mundial de Iglesias (CMI). Es miembro de este Consejo desde 1948. La Iglesia Copta es miembro también del Consejo Africano de Iglesias (AACC) y del Consejo de Iglesias de Oriente Medio (MECC). La Iglesia cumple un rol importante en el movimiento cristiano, promoviendo el diálogo con el fin de resolver las diferencias teológicas entre las Iglesias Católica, Ortodoxa Oriental, Presbiteriana y Evangélica.

Quizás la mayor gloria de la Iglesia Copta sea su Cruz. Los coptos se enorgullecen ya, incluso, a partir de la persecución que sufrió el 8 de mayo del año 68, cuando San Marcos (su santo patrono) fue asesinado el lunes de Pascua después de haber sido arrastrado por sus pies por soldados romanos por todas las calles y callejuelas de Alejandría.

Los coptos han sido perseguidos por casi todos los gobernantes de Egipto. Sus clérigos han sido torturados y exiliados incluso por sus mismos hermanos cristianos, después del cisma de Calcedonia (451), y hasta la conquista árabe de Egipto en 641.

Para enfatizar su orgullo por su cruz, los coptos adoptaron un calendario llamado “Calendario de los Mártires”, según el cual comienza la era el 29 de agosto de 284, en conmemoración de aquellos que murieron por su fe durante el reinado del emperador romano Diocleciano. Este calendario todavía está en uso en todo Egipto, por parte de los granjeros (que de esta forma hacen un seguimiento permanente de las temporadas agrícolas), y también en el Leccionario de la Iglesia Copta.

Durante los cuatro siglos que siguieron a la conquista árabe de Egipto, la Iglesia Copta en general floreció, y Egipto siguió siendo básicamente cristiana. Esto se debió, en gran medida, a la posición afortunada de que disfrutaron los Coptos: el Profeta del Islam, que tenía una esposa egipcia (la única que le dio un niño), predicó una simpatía especial para con los coptos: “Cuando conquisten Egipto, sean amables con los coptos, porque ellos son sus protegidos, sus amigos y compañeros”.
De esta manera, a los coptos se les permitió practicar libremente su religión, y fueron, en gran medida, autónomos, siempre y cuando siguieran pagando un impuesto especial llamado “Gezya”, que los calificaba como “Ahl Zemma” (protégés, protegidos). Las personas que no podían pagar este impuesto se enfrentaban con dos opciones: convertirse al Islam o perder su derecho civil de ser “protegido”, lo que en cierto sentido significaba ser asesinado.

Los coptos, a pesar de leyes suntuarias adicionales que les fueron impuestas en 750-868 y 905-935, bajo las dinastías Abásidas, prosperaron y su Iglesia disfrutó de una de las eras más pacíficas. La literatura sobreviviente, en los centros monásticos, data de los siglos VIII al XI, y muestra que no hubo una drástica ruptura en las actividades de los artesanos coptos (tejedores, encuadernadores de cuero, pintores y ebanistas).

A lo largo de este periodo, la lengua copta siguió siendo la lengua natural, y no fue sino hasta la segunda mitad del siglo XI que comenzaron a aparecer los primeros manuscritos bilingües (árabe-copto). Uno de los primeros textos árabes completos es el de Awlaad El-Assal (hijo de un fabricante de miel), del siglo XIII, en el que se detallan las leyes, las normas culturales y las tradiciones de los coptos en este momento crucial, quinientos años después de la conquista islámica de Egipto. La adopción del árabe como lengua cotidiana en Egipto fue tan lenta que, incluso en el siglo XV, al-Makrizi señalaba que la lengua copta todavía estaba en uso, en gran medida. La lengua copta hoy sigue siendo la lengua litúrgica de la Iglesia.


La faz cristiana de Egipto comenzó a cambiar a comienzos del segundo milenio, cuando los coptos, además del impuesto “Gezya”, sufrieron invalidaciones específicas, algunas de las cuales eran graves e interferían con su libertad de culto. Por ejemplo, se establecieron restricciones en la reparación de las antiguas iglesias y la construcción de otras nuevas, en la presentación ante un tribunal de justicia, en el comportamiento público, en la adopción, en la herencia, sobre las actividades religiosas públicas, y en los códigos de vestimenta.
Lenta pero firmemente, a fines del siglo XII, Egipto cambió, y pasó de ser un país predominantemente cristiano a uno predominantemente musulmán, y la comunidad copta pasó a ocupar una posición inferior, viviendo en la espera permanente de una hostilidad musulmana, que periódicamente desencadenaba la violencia. Un hecho notable es que el bienestar de los coptos estaba más o menos relacionado con el bienestar de sus gobernantes. En particular, los coptos sufrieron mucho más en aquellos periodos en que las dinastías árabes estuvieron en decadencia.

La posición de los coptos comenzó a mejorar a principios del siglo XIX, en virtud de la tolerancia y la estabilidad de la dinastía de Muhammad Ali. La comunidad copta dejó de ser considerada por el estado como una unidad administrativa y, para el año 1855, la principal marca de inferioridad de los coptos, el impuesto Gezya, fue eliminada, y poco tiempo después los coptos comenzaron a servir en el ejército egipcio. La revolución de 1919 en Egipto, las primeras demostraciones locales de identidad egipcia en siglos, se erigió en testigo de la homogeneidad de la moderna sociedad egipcia, tanto con sectas musulmanas como coptas. Actualmente, esta homogeneidad es lo que mantiene a la sociedad egipcia unida contra la intolerancia religiosa de grupos extremistas, que en ocasiones somete a los coptos a persecuciones y terror. Los mártires de los días modernos, como el Padre Marcos Khalil, sirven como recordatorios del milagro de la supervivencia copta.

A pesar de la persecución, la Iglesia Copta como institución religiosa nunca ha sido controlada ni se permitió controlar a ningún gobierno de Egipto. Esta postura respecto a la separación entre Iglesia y Estado deriva de las palabras del mismo Cristo, cuando les pidió a sus seguidores que se presentaran a sus gobernantes: “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” (Mateo 22, 15-21).

La Iglesia Copta nunca se resistió por la fuerza a las autoridades o invasores, y nunca jamás fue aliada de ninguna potencia: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que tomen la espada, por la espada perecerán” (Mateo 22:52). La milagrosa supervivencia de la Iglesia Copta, todavía hoy en día, y en esta época, es una prueba viviente de la validez y la sabiduría de estas enseñanzas.

Hoy en día (hasta la escritura de este documento en 1992), hay más de 9 millones de coptos (sobre una población total de alrededor de 57 millones de egipcios), que rezan y comparten la comunión en misas diarias en miles de iglesias coptas en Egipto. Esto aparte de otros 1.2 millones de emigrantes coptos que practican su fe en cientos de iglesias en Estados Unidos, Canadá, Australia, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Austria, Holanda, Brasil, y otros muchos países en África y Asia.

Dentro de Egipto, los coptos están en cada provincia, y en ninguna de ellas son mayoría. Sus tesoros culturales, históricos y espirituales están esparcidos por todo Egipto, incluso en su oasis más remoto, el Oasis Cargan, en lo profundo del desierto occidental.

A nivel individual, los coptos han alcanzado un altísimo nivel académico y profesional en todo el mundo. Un ejemplo de ello es el Dr. Boutros Boutros Ghali, el sexto Secretario General de las Naciones Unidas (1992-1997). Otro es el Dr. Magdy Yacoub, uno de los cardiocirujanos más famosos del mundo.
Aspectos Canónicos

Los coptos observan siete sacramentos canónicos: el Bautismo, la Crismación (Confirmación), la Eucaristía, la Confesión (Penitencia), el Ordenamiento, el Matrimonio, y la Unción de los enfermos.

El bautismo se lleva a cabo unas pocas semanas después del nacimiento, mediante la inmersión del cuerpo entero del recién nacido en agua consagrada especialmente, tres veces. La confirmación se efectúa inmediatamente después del bautismo.

La confesión regular, ante un sacerdote personal, llamado “padre de confesión”, es necesaria para recibir la eucaristía. Es costumbre que una familia entera elija al mismo sacerdote como “padre de confesión”, convirtiéndolo en un consejero familiar.

De todos los siete sacramentos, solamente el Matrimonio no puede celebrarse durante la época de ayuno. La poligamia es ilegal, a pesar de que esté reconocida por el derecho civil. El divorcio no se permite, salvo en caso de adulterio, anulación debido a bigamia, u otras circunstancias extremas, que han de ser revisadas por un consejo especial de Obispos. El divorcio puede ser solicitado por el esposo o por la esposa. El divorcio civil no está reconocido por la Iglesia. La Iglesia Ortodoxa Copta no tiene y no le interesa ninguna ley civil, siempre y cuando no interfiera con los sacramentos de la Iglesia.

La Iglesia no tiene (y en realidad se niega a canonizar) una postura oficial con respecto a ciertos temas controvertidos (por ejemplo, el aborto). Si bien la iglesia tiene enseñanzas claras acerca de estos temas (el aborto interfiere con la voluntad de Dios), su postura es que tienen que ser resueltos mejor en base a un análisis específico de cada caso por parte del padre de confesión, y no tiene un canon que convierta a tales prácticas en pecado.

Hay tres liturgias principales en la Iglesia Copta: la Liturgia según San Basilio, Obispo de Cesarea; la Liturgia según San Gregorio Nacianceno, Obispo de Constantinopla; y la Liturgia según San Cirilo I, el vigésimo cuarto Papa de la Iglesia Copta.

La mayor parte de la liturgia de San Cirilo proviene de la que utilizó San Marcos (en griego) en el siglo I. Fue memorizada por los obispos y sacerdotes de la iglesia, hasta que fue traducida a la lengua copta por San Cirilo. Hoy en día, estas tres liturgias, con algunas secciones agregadas (por ejemplo, las intercesiones), todavía están en uso; la Liturgia de San Basilio es la que se usa más comúnmente en la Iglesia Copta Ortodoxa.

El culto a los Santos está expresamente prohibido; sin embargo, la petición de sus intercesiones (por ejemplo, la Alabanza Mariana) es una parte central en todos los servicios coptos. Cualquier iglesia copta lleva el nombre de su Santo Patrono.

Entre todos los santos, la Santa María Virgen (Theotokos) ocupa un lugar especial en el corazón de los coptos. Sus repetidas apariciones diarias en una pequeña iglesia en Elzaytoun, un distrito de El Cairo, durante un mes (abril de 1968) , fueron presenciadas por miles de egipcios, coptos y musulmanes, y hasta fueron transmitidas por televisión internacional.

Los coptos celebran siete fiestas sagradas mayores y siete menores.


Las fiestas mayores conmemoran la Anunciación, la Navidad, la Teofanía, el Domingo de Ramos, la Pascua, la Ascensión, y el Pentecostés. La Navidad se celebra el 7 de enero. La Iglesia Copta pone énfasis en la Resurrección de Cristo (Pascua) tanto como en su Adviento (Navidad), si es que no más. La Pascua es usualmente el segundo domingo después de la primera luna llena de Primavera. El Calendario Copto de los Mártires está lleno de otras fiestas que, por lo general, conmemoran el martirio de santos populares (San Marcos, San Menas, San Jorge, Santa Bárbara, etc.) de la historia copta.

Los coptos tienen estaciones de ayuno que no se comparan con ninguna otra comunidad cristiana. De los 365 días del año, los coptos ayunan más de 210 días.

Durante el ayuno, no se permite la ingestión de ningún producto animal (carne, aves, pescado, leche, huevos, mantequilla, etc.). Además, no se puede tomar ninguna comida ni bebida, de ninguna clase, entre el amanecer y el ocaso.

Estas estrictas reglas de ayuno (que han dado como resultado una exquisita cocina copta) usualmente se flexibilizan, por decisión de los sacerdotes, en caso de necesidades individuales específicas, como enfermedad o debilidad.

La Cuaresma, conocida como “el Gran Ayuno”, es observada en gran medida por todos los coptos. Comienza con un ayuno pre-cuaresmal de una semana, y sigue con un ayuno de 40 días en conmemoración del ayuno de Jesús en la montaña; a su vez, sigue la Semana Santa, la semana más sagrada (llamada Pascha) del Calendario Copto, que alcanza su punto máximo con la Crucifixión el Viernes Santo, y termina con la dichosa Pascua.
Otras temporadas de ayuno dentro de la Iglesia Copta incluyen el Adviento (Ayuno de la Natividad), el Ayuno de los Apóstoles, el Ayuno de la Santa María Virgen, y el Ayuno de Nínive.

La clerecía de la Iglesia Ortodoxa Copta está encabezada por el Papa de Alejandría, e incluye a Obispos que supervisan a los sacerdotes ordenados en sus diócesis respectivas. Tanto el Papa como los Obispos tienen que ser monjes; todos son miembros del Santo Sínodo (Consejo) Ortodoxo Copto, que se reúne regularmente para supervisar materias de fe y asuntos pastorales de la Iglesia. El Papa de la Iglesia Copta, aunque es altamente respetado y considerado por todos los coptos, no disfruta de ningún estatus de supremacía o infalibilidad.


Actualmente hay más de sesenta obispos coptos rigiendo diócesis dentro y fuera de Egipto (Jerusalén, Sudán, África Occidental, Francia, Inglaterra y Estados Unidos).

La responsabilidad directa de las congregaciones coptas en todas estas diócesis recae sobre los sacerdotes, que tienen que casarse y asistir a la Escuela Catequista antes de ordenarse.
Hay otros dos organismos no-clericales que participan en el cuidado de los asuntos de la Iglesia. El primero es un Consejo Copto Laico, que apareció en escena en el año 1883 para actuar como vínculo entre la Iglesia y el Gobierno. El segundo es una comisión conjunta, laico-clerical, que apareció en 1928 para supervisar y monitorear la administración de las dotes de la Iglesia Copta de acuerdo con la legislación egipcia.
Todos los días, en todas las iglesias coptas en el mundo entero, los coptos rezan por la reunión de todas las Iglesias Cristianas. Rezan por Egipto, su Nilo, sus cosechas, su presidente, su ejército, su gobierno, y por sobre todas las cosas, por su gente. Rezan por la paz del mundo y por el bienestar de la Humanidad.

Fuente Consultada
The Christian Coptic Orthodox Church Of Egypt